Esta necesidad plantea desafíos enormes a la
formación técnico-profesional, ya que, a su vez, los docentes
e instructores deberán abandonar el hábito de "dictar
clases" y aprender a dejar aprender por sí mismos a los alumnos
y aprendices. Su función consistirá cada vez menos en transmitir
y transferir conocimientos, y cada vez más en facilitar el proceso
de aprendizaje y en diseñar secuencias didácticas que permitan
a los jóvenes aprender en forma individual y grupal. De esta manera,
los alumnos adquirirán los nuevos conocimientos por sus propios
medios y los integrarán a las estructuras de saberes que ya poseen,
transformando saberes pasivos y enciclopédicos en saberes prácticos.
Las estrategias metodológico-didácticas basadas en el aprendizaje
por la acción se privilegiarán crecientemente por sobre
la instrucción y la transmisión tradicionales de saberes.
El desafío principal para los docentes e instructores
constituye hoy en día en impulsar procesos de aprendizaje de este
tipo, pues cada alumno aprende de manera distinta. Reconocer este hecho
y admitirlo como supuesto del proceso de enseñanza/aprendizaje
en la escuela y en la formación en la empresa implicará
también respetar la heterogeneidad de culturas individuales de
aprendizaje.
Pero además entrará en juego otro aspecto.
La estructura patriarcal y paternalista de interrelaciones que aún
domina en las escuelas deberá evolucionar hacia formas socialmente
cooperativas e integradoras para que pueda surgir una cultura democrática
de aprendizaje, tanto en la educación general como en la formación
técnico-profesional. Una cultura de aprendizaje de esta índole
dará lugar a enfoques didácticos constructivistas, siempre
que los docentes no solo sepan definir y describir un buen trabajo en
equipo, sino también llevarlo a su práctica docente y transmitirlo
a sus alumnos.
Para ello, los docentes necesitarán adquirir
un conjunto amplio de metodologías y técnicas de enseñanza/aprendizaje.
En un primer momento, buscarán descubrir nuevas estrategias didácticas
que les permitan prescindir del dictado tradicional de clases para otorgarles
mayor protagonismo a los alumnos. Para que este tipo de aprendizaje sea
conducente, todo proceso de trabajo llevado a cabo con fines formativos
deberá posibilitar el error y ser reversible.
Este módulo tiene como objetivo aportar ejemplos
concretos que permitan a los docentes aprender y aplicar modernas estrategias
de enseñanza/aprendizaje, ya que la formación y capacitación
de docentes e instructores ocupará un rol clave en el proceso de
modernización de las escuelas y de los centros de formación
profesional.
Contenido del manual
A continuación, presentaremos dos secuencias
didácticas que recrearán procesos de trabajo a modo de ejemplo:
Secuencia I: La Torre
Secuencia II: El Puente
En ambos casos se tratará de la simulación
de un proceso de producción acotado, combinado con otros procesos
empresariales, distintos que solo podrán resolverse adecuadamente
mediante el trabajo en equipo. En función del aprendizaje, se tratará
de situaciones experimentales que permitirán a los docentes e instructores
hacer la experiencia de aprender nuevas estrategias didácticas
y de analizarlas como parte de un equipo. El trabajo en grupo será
la base de muchas estrategias modernas de enseñanza/aprendizaje.
Mediante las secuencias que aquí se presentan -los juegos "La
Porre" y "El Puente"- se buscará introducir sistemáticamente
el trabajo grupal como estrategia metodológico-didáctica.
Esta capacitación se basará sobre el
aprendizaje por la acción que comprende tres momentos: proceso
de trabajo - producto - análisis/reflexión. Consecuentemente,
cada una de las dos secuencias constará de tres momentos:
- En una situación experimental creada para
la capacitación, los participantes realizarán un producto.
Es decir, un proceso grupal se concretará en un producto como
resultado del trabajo en equipo.
- El producto representará el proceso de
su producción, al cual seguirá una fase de análisis
y reflexión, con el fin de evaluar la propia conducta, la vivencia
de la situación y las presiones en el grupo. Para incorporar
conductas distintas, especialmente la capacidad para el trabajo en equipo,
los docentes e instructores tendrán que desaprender conductas
inadecuadas. Recién a partir de ahí, les será posible
practicar nuevas metodologías y técnicas.
- El tercer momento servirá para que el grupo
analice la estructuración didáctica de la situación
experimental vivida. Se elaborarán categorías para la
planificación y el diseño de la trasposición curricular
y se aplicarán a secuencias didácticas a desarrollar en
el futuro por los participantes. En lo posible se tratará de
terminar un producto de esta reflexión, consistente en la planificación
de una secuencia didáctica que los docentes e instructores podrán
llevar inmediatamente a la práctica.
La estructura básica de ambas secuencias es parecida. La segunda
requerirá niveles elevados de capacidad para el trabajo en equipo,
de creatividad y de competencias metodológicas por parte del equipo
facilitador que coordina el taller. Por lo tanto, será recomendable
realizar las secuencias en el orden propuesto. A su vez, los ejercicios
planteados podrán integrarse fácilmente a estrategias de
capacitación que persiguen, además, otros propósitos.
Secuencia III: Evaluación
Todo taller debería finalizar
con una evaluación. De esta manera, los facilitadores obtendrán
una devolucióndel grupo acerca de su trabajo. Pero lo más
importante de una evaluación final es que los participantes hagan
una retrospectiva de lo aprendido, escencial paramejorar su práctica
docente en base a los conocimientos y competencias addquiridos. Por tal
motivo el usario encuentra en la Secuencia III varias propuestas de llevar
a cabo evaluciones finales.
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