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Acompañamiento
en la implementación:
Seminario de continuidad |
por: Hans-J. Lindemann
Algunas dificultades encontradas
Acompañamiento en la implementación:
El proceso de transformación del trabajo con alumnos o aprendices, desde metodologías centradas en contenidos hacia metodologías didácticas orientadas a situaciones problemáticas, revela una serie de preguntas importantes. Es necesario profundizar intensamente en estas preguntas. Tanto los alumnos como los docentes deben ganar seguridad y confianza en la aplicación de estrategias metodológico-didácticas basadas en el "aprendizaje por la acción" y en el "método de proyecto".
Por tal motivo resulta necesario un acompañamiento sistemático de la implementación de estos métodos modernos.
Para facilitar esta tarea, he desarrollado un "Seminario de Continuidad" (Conti-Seminario), que permite el análisis de los proyectos realizados cada 2-3 meses. La meta del mismo es mejorar sucesivamente la planificación y formular en forma precisa y clara las consignas - o las tareas de aprendizaje-trabajo en general - sobre todo después de la realización de las primeras experiencias en la implementación de los proyectos de aprendizaje. La creación de consignas precisas es una de las tareas más difíciles durante el proceso de formulación de proyectos de aprendizaje (o proyectos de formación profesional).
Periódicamente, he detectado que, por falta de una formación sistemática de los docentes y formadores no se poseen conceptos claros de categorías como objetivos de aprendizaje, contenidos, métodos, técnicas y tareas de aprendizaje-trabajo.
Si no hubiera una capacitación docente o una formación de los formadores previa a la aplicación de estrategias metodológico-didácticas basadas en el aprendizaje por la acción y en el método del proyecto, es necesario desarrollar estas categorías en forma sistemática durante los seminarios. Al mismo tiempo los formadores y docentes planificarán nuevos proyectos en cada uno de los seminarios. De esta manera se genera un "ciclo de gerenciamiento de la formación" - siguiendo los pasos "planificación", "realización" y "valorización" -, la cual permite sucesivamente la elaboración y realización de proyectos precisos.
Se debe tener en cuenta que durante su carrera, la mayoría de los formadores y docentes raramente tuvieron el ejercicio de planificación de la enseñanza o de la implementación de secuencias de aprendizaje. En la mayoría de los países la tradición fue acompañada por un currículum, que disponía los contenidos del aprendizaje en forma detallada. Los docentes avanzaban página por página - a veces saltando algunas de ellas - para llegar finalmente a la terminación del curso. La planificación era la tarea de los departamentos responsables del desarrollo curricular en los ministerios o las centrales de las instituciones formativas. Sobre la falta de efectividad de este tipo de planificación no es necesario discutir demasiado: las consecuencias son evidentes.
Los métodos más complejos y la composición de módulos de enseñanza-aprendizaje exigen sin embargo, una planificación "in situ". La misma, sólo puede ser realizada teniendo en cuenta las circunstancias locales. Sobre todo es preciso tener en cuenta los contactos con empresas y el entorno socio-económico. Sin embargo, esto no significa que los formadores o los docentes no deban a la vez intercambiar la planificación terminada de sus proyectos, para que, de este modo, otros centros de formación puedan adaptarlos según las condiciones locales correspondientes.
Personalmente, insisto en una observación sistemática y una documentación del proceso de implementación de los primeros proyectos. En la planificación de los proyectos, esto implica acordar a priori, quién es el que, en el momento de la implementación puede realizar la observación. También es necesario aprender a observar. Una buena observación de las secuencias de enseñanza-aprendizaje no es para nada fácil. Por tal motivo acostumbro pedir a los participantes que observen las secuencias de trabajo en grupo en los seminarios de capacitación de docentes / formadores. De tal forma, los futuros observadores de secuencias de enseñanza-aprendizaje, tienen la oportunidad de aprender a observar.
Para no exigir demasiado de los docentes / formadores durante la observación, me limito a dos o tres criterios fundamentales. Para facilitar la observación he desarrollado una herramienta, que permite documentar el progreso de los proyectos, concentrada en:
- el proceso de desarrollo de las secuencias y
- los logros y las dificultades en cada etapa
La documentación del proceso constituye el fundamento para el "Conti-Seminario". El grupo de trabajo, el cual elaboró el proyecto, reconstruye el desarrollo de la secuencia sobre la base de las observaciones. Se concentra primero, en el nombramiento exacto de las dificultades. Después, con el apoyo de criterios sistemáticos de análisis de proceso, dichas dificultades son analizadas durante el seminario.
Algunas dificultades encontradas
Deseo mencionar algunas dificultades que con frecuencia surgen durante los seminarios. Un problema es la deficiente capacidad de planificación de tiempo. Por la falta de experiencia, frecuentemente se calcula muy poco tiempo para las tareas requeridas. No obstante, en la práctica, la realidad nos enseña algo mejor: sobre todo en su primera fase, el trabajo en grupo necesita mucho tiempo. Es preciso tener en cuenta en su totalidad, los procesos de búsqueda de los roles de cada participante. Asimismo la recepción y la asimilación de información nueva también exigen tiempo suficiente.
Tomando en cuenta estas experiencias, generalmente se logra una planificación más precisa, se preparan los materiales de una forma más orientada al objetivo y se llega a una formulación más exacta de las tareas de aprendizaje-trabajo. Si no se tienen en cuenta estas experiencias, los docentes / formadores justificadamente experimentan la preocupación de no poder cumplir adecuadamente con los objetivos de enseñanza ( objetivos del Currículo, de los módulos) y procesar sus respectivos contenidos.
Al mismo tiempo, la experiencia concreta en la implementación de proyectos, evidencia problemas fundamentales de la planificación curricular. En la mayoría de los casos las currricula están sobrecargados de contenidos – aún cuando son modernos. Todavía y muchas veces, se establecen métodos de enseñanza-aprendizaje contemporáneos, que reflejan la persistencia de problemas de comunicación en las instituciones de formación. En la práctica hay que superar estos problemas, que a su vez exigen una comunicación entre los formadores y los planificadores, para que estos últimos tengan en cuenta la factibilidad real de aplicar los módulos diseñados.
En la práctica, y de una forma muy realista, frecuentemente los formadores encuentran - buscando el equilibro entre la problemática de la cantidad de contenidos y los tiempos necesarios para llevar a cabo los proyectos - un "cocktail de métodos" adecuado, que contempla aplicaciones por elaborar y aplicaciones pre-diseñadas.
Un problema adicional es la organización de la formación misma. Las estrategias metodológico-didácticas basadas en el aprendizaje por la acción y en el método del proyecto, no se pueden aplicar al compás de los 45 minutos de rigor de las instituciones educativas. Hace falta una mayor flexibilidad. Sobre todo se trata de diseñar nuevos horarios escolares o planes de formación. El método de proyecto exige intervalos de varias horas, para encontrar un ritmo de trabajo adecuado. Los planificadores de nuevas currícula apenas tienen conciencia de esta situación. La introducción de modernas estrategias de enseñanza-aprendizaje - como el método de proyecto o el método de textos-guía - en general revela una serie de problemas al nivel del desarrollo organizacional de la institución, la cual habrá que discutir a fondo. ¿Qué transformaciones son factibles y - llegado el caso - que idea de proyecto demasiado ambiciosa habrá que revisar?
La función del "Seminario de Continuidad"
Este proceso toma su tiempo y la introducción de un "Seminario de Continuidad" pareciera ser el marco adecuado para revelar poco a poco todas las dificultades y elaborarlas a fin de llegar a una solución adecuada y pragmática. Por otra parte, el "seminario de continuidad" abre un espacio de comunicación dentro de la institución, atravesando también todos los niveles jerárquicos. Esto permite revelar problemas de aplicación, discutir sobre los mismos y solucionarlos. Por tal razón insisto en que el personal directivo de los centros de formación, consultores pedagógicos o multiplicadores participen en la presentación de los resultados.